Publicado en Yo Dona- El Mundo (16/09/2019) por Marian Benito.
Puedes seguir usando sandalias hasta que tus pies, ateridos, den su primer estornudo o prepararte cada tarde una caipiriña, un daiquirí o una piña colada, pero ni el Caribe va a venir a ti, ni las nubes van a dejar paso al sol. Tratar de prolongar el verano no es más que un paliativo. Atenúa o suaviza los efectos de la vuelta a la rutina, pero no hace más que cubrir un problema enquistado e, inevitablemente, asomará con el mismo patrón cada mes de septiembre. También son paliativos los consabidos consejos de programar el regreso de las vacaciones con antelación, respetar las horas de sueño, llevar una dieta sana y hacer relajación o mindfulness. Alivian el fin del verano, pero no atajan esta aversión por retomar los quehaceres diarios que comparte, de forma leve, el 30% de la población y, más intensamente, otro 35%… Seguir leyendo