El País- Cuándo hay que perseguir los sueños y cuándo es mejor cambiar el rumbo

La psicoterapeuta María Ibáñez Goicoechea y el psicólogo Jesús Jiménez Cascallana argumentan por qué centrarse en aprender del viaje es más productivo que seguir las metas a toda costa

Publicado en El País – Buena Vida (10/09/2019).

Se ha difundido mucho la idea de que uno debe perseguir sus sueños, y que la clave para convertirlos en realidad es perseverar, es decir, empeñarse sistemáticamente y sin desfallecer hasta conseguirlo. De esto se deduce que si no se han logrado es porque uno no se ha esforzado lo suficiente. Esta corriente toma forma en consejos del tipo visualiza tu sueño, conviértelo en un deseo ardiente, si quieres puedes, mantente motivado, revisa tu progreso, no debes desistir, haz los sacrificios necesarios… a los que se añade que disfrutes del viaje. Pero, ¿cómo?, imposible disfrutar con tanto esfuerzo y exigencia.

Todas estas directrices vienen a decir que no hagas caso de tus emociones ni de las circunstancias que te rodean, te cueste lo que te cueste, empéñate hasta que consigas tu objetivo, vive para conseguir las metas…, y ya serás feliz al final. Pero con este planteamiento es imposible alcanzar el bienestar o la felicidad, ni aún consiguiendo los objetivos perseguidos, pues esta forma de proceder deteriora emocionalmente y tiene efectos psicológicos perjudiciales… Seguir leyendo