Trabajar bajo presión. Cómo evitar que el exceso de exigencia acabe aplastándote

La presión que ha acabado con la carrera de la tenista Ashleigh Barty a los 25 años tiene su reflejo en la que somete cotidianamente a muchas personas a un estado de brutal autoexigencia (y no tan ‘auto’). ¿Cómo liberarnos de esa apisonadora?

Publicado en El Mundo (29/03/2022)

Entre los periodistas es muy corriente escuchar el siguiente comentario: «Es que yo trabajo mejor bajo presión». Casi siempre se usa para explicar el hecho de por qué, si uno no tiene una fecha de entrega (de un reportaje, por ejemplo), y además amenazadoramente cercana, parece incapaz de sacarlo adelante. Es como si la prisa, al igual que el hambre, dicen, agudizara el ingenio.

El caso es que a la presión mucha gente le atribuye la virtud de sacar lo mejor de nosotros… cuando resulta que por lo que más destaca es por su potencial destructor, ya que aplicada en exceso actúa como una apisonadora capaz de dejar en nada nuestras ambiciones, sueños, planes y hasta carreras. Así lo corroboran los psicólogos María Ibáñez y Jesús Jiménez, del gabinete Psicología e Introspección y autores de, entre otros, ‘Ordena tu mente para ordenar tu vida’. «Efectivamente es un mito, la presión no saca lo mejor de uno mismo, y además es perjudicial. Para entenderlo vamos a aclarar que una cosa es trabajar en actividades de mucha responsabilidad, y otra, la presión por el estrés psicológico. Así, se puede trabajar en asuntos de responsabilidad y no sentir estrés, o se puede trabajar en tareas sencillas y sentir un gran estrés. Va a depender de las condiciones y de la forma de afrontar psicológicamente las diferentes circunstancias»… Leer más